¿Cuántas veces has dicho algo, que inmediatamente te arrepientes?
Sin duda, más de las que hemos querido. Lo cierto es que TODAS las palabras tienen un efectod emocional. El reto es que desconocemos el efecto emocional que tienen sobre otras personas. Lo que significa que ante momentos de emociones intensas, lo que decimos nos expone.
Ahora bien, aunque lo que pudieras decir en un momento dado, no es quien típicamente eres, porque en muchas ocasiones esas palabras salieron ante un efecto emocional momentáneo de coraje o enojo. Lo que sí es cierto, es que sí son producto de tus pensamiento. Y ante los ojos de otros de alguna manera u otra te refleja.
¿Cuál es la solución? Busca maneras de responder versus reaccionar. Responder requiere pensar, aunque sea por un instante, y esto te permite evaluar quién verdaderamente eres y, si lo próximo que vas a decir, reflejan tus valores. Más importante, evita dejar huellas en otros que hieran y que muchas veces no tienen retroceso. Busquemos la manera de dejar huellas positivas en otros, para que otros puedan saber quién eres en verdad.
¿Que opinas? Recuerda, ¡Contagia el mundo con ideas positivas!