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Writer's pictureDra. Emilia Concepción, PhD, PCC

El Rol de tus Pensamientos


Me imagino que ya te has dado cuenta que tus pensamientos te guían.


Te pueden guiar hacia donde deseas o te pueden atar en lugares y sentimientos donde te sientes retado. Tu mente genera aproximadamente 50,000 pensamientos diarias. He compartido este dato antes. ¿Y sabes qué? No deja de sorprenderme este hecho.


Tus emociones no nacen del vacío. Son el resultado de lo que estás pensando en un momento dado. Los pensamientos son moldeados por tu crianza, la influencia de comunidad, escuela, amistados y hasta Facebook. Si, Facebook ha jugado un papel crítico en sembrar ideas y creencias en tí, que muchas veces ni te das cuenta de ello. A veces para bien, y a veces para mal.


Ahora, ¿cómo sería posible asegurarte que salga una mejor versión de ti después del coronavirus, si para comenzar nos estás consciente de la mayoría de los pensamientos que activas durante eventos retante? Pues aquí comparto varias ideas:

  1. Manténte alerta sobre tus emociones y lo que estás experimentado o sintiendo durante el día. Evalúa cuáles son los pensamientos que están atados a esos sentimientos o emociones. Te sorprenderás de las veces que contínuamente reciclas las mismas emociones una y otra vez.

    1. Por ejemplo, Si estas ansioso(a) sobre la salud de un familiar, ese pensamiento con toda probabilidad ocupará gran parte de tu día. Preocuparse es natural, ahora bien, la preocupación es como sentarte en una silla mecedora, te entretiene, pero no te llevará a ningún lado. Asegúrate de estar consciente de esos sentimientos para que no lleguen a pesarte demasiado, especialmente si no hay mucho que puedas hacer con la preocupación.

  2. Identifica la validez de un pensamiento dado. Los pensamientos no necesariamente guardan lógica o peor aún, te pueden llevar a pensamientos irracionales.

    1. Por ejemplo, que algún familiar querido sale al supermercado, piensas que seguramente se va a contagiar (pensamiento negativo), quitándote la paz. Lo más que esta en tus manos, es hacer recomendaciones a otros de cómo mantenerse seguros. Hasta allí llega tu misión. Lo demás ya no está en tus manos resolver. Lo que pasará o no pasará, no esta influenciado por tus pensamientos.

Los pensamientos activan tus emociones, y tus emociones activan tus comportamientos. Piensa por un momento: ¿Cuáles son los comportamientos que tu ayudarán durante estos momentos difíciles? ¿Cómo tus comportamientos podrían ayudar (o no) a otros?

Manténte vigilante a tus momentos difíciles, aunque más importante, evalúa las lecciones de vida que te está proveyendo precisamente los tiempos difíciles, para así producir una mejor versión de ti, una vez concluya esta tempestad temporera. Recuerda que para ser resiliente, tienes que haber sentido situaciones difíciles, porque de no ser así, la resiliencia no tendría mucha función. Te deseo mucha paz.

Artículo publicado en la página de la Dra. Emilia Concepción, PhD, PCC en Facebook.

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